Fin de una era en la escena artística angelina
La noticia sorprendió a muchos en el mundo del arte: después de más de treinta años de influencia, la galería Blum —un referente tanto para artistas de Los Ángeles como de Japón— anunció el cierre de sus sedes en Los Ángeles y Tokio. La decisión, tomada por el fundador Tim Blum, refleja los desafíos actuales del mercado del arte, donde los costos aumentan y las ventas disminuyen.
Entre fiestas y realidades del mercado
El propio Blum relató cómo su última experiencia en Art Basel fue una muestra de los cambios profundos en la industria. Aunque llegó a la feria con casi el 85% de las obras vendidas gracias a la preventa a coleccionistas, la realidad fue menos alentadora de lo esperado. El costo de participar —incluyendo renta de espacio, transporte, seguros y personal— ascendió a 450 mil dólares. Y, a pesar de la multitud y la aparente euforia, las oportunidades reales de negocio fueron mínimas. Según Blum, la mayoría de los presentes asistían más por la experiencia social que por la intención de adquirir obras de arte.
El impacto en el equipo y la comunidad artística
La decisión de cerrar no fue fácil. Casi cincuenta empleados deberán buscar nuevas oportunidades laborales, mientras un pequeño grupo permanecerá algunos meses más para concluir operaciones y ayudar a los cerca de sesenta artistas representados a encontrar nuevos espacios. La situación trae a la memoria el cierre de Metro Pictures hace cuatro años, un hecho que también marcó una etapa en el arte contemporáneo. Para muchos colegas, el caso de Blum es una advertencia sobre el futuro del sector, especialmente cuando los márgenes de ganancia se ven amenazados por costos crecientes y ventas a la baja —el año pasado, las ventas en el sector cayeron aproximadamente un 12%.
Innovación artística en un contexto de cambio
En este contexto, la creatividad y la innovación siguen siendo esenciales. Un ejemplo de ello es la exposición actual del artista Dustin Yellin en la galería Almine Rech de Tribeca, Nueva York, titulada “Si un nido de pájaro es naturaleza, ¿qué es una casa?”. Es la primera muestra individual de Yellin con la galería e incluye cinco esculturas de vidrio en capas y tres pinturas que retoman un medio que el artista no exploraba desde hace veinte años.
Esculturas como archivos vivos
Las obras de Yellin destacan por su densidad y por la superposición de materiales encontrados y gestos pintados en capas de vidrio. Cada escultura funciona como una especie de línea de tiempo vertical, conteniendo fragmentos de memoria cultural y proyecciones del futuro. En lugar de ofrecer historias lineales, las esculturas se presentan como estructuras simultáneas y suspendidas en el espacio, permitiendo a quienes las observan recorrer diferentes épocas con solo cambiar de perspectiva.
Un puente entre ciencia y ritual
La pieza central de la exposición, “La naturaleza consecuente de lo simultáneo”, combina imágenes de astronautas alienígenas junto a una nave espacial de la NASA y un acelerador de partículas, con una ceremonia etrusca recreada al detalle. Esta obra se convierte en un puente estructural entre la modernidad científica y los rituales ancestrales, y según el crítico Terence Trouillot, actúa como un “contenedor arquitectónico para sistemas de creencias, ruinas culturales e imaginarios futuristas”.
Reflexiones sobre refugio y estructura
El propio título de la exposición sugiere una pregunta sobre el sentido del refugio: mientras el nido es fruto del instinto, la casa es resultado del diseño. Ambas estructuras sirven para la protección y la supervivencia, un tema que se refleja en el proceso creativo de Yellin, quien no imita la arquitectura sino que adopta sus principios de selección, preservación y acumulación. Así, sus esculturas funcionan como archivos vivientes, acumulando memoria más que explicando narrativas directas.
Conclusión: una etapa que se cierra y otra que se reinventa
El cierre de la galería Blum marca el fin de una era para la escena artística de Los Ángeles, pero también abre un debate necesario sobre el futuro de las galerías y los creadores en un mercado cada vez más complejo. Mientras algunos espacios cierran, otros, como Almine Rech, apuestan por propuestas artísticas innovadoras, recordándonos que el arte sigue encontrando nuevos caminos para expresarse y sobrevivir.