El mercado petrolero mundial se encuentra en una encrucijada. Los precios del crudo se estabilizaron este miércoles después de dos días consecutivos de fuertes caídas, mientras los inversionistas sopesan dos factores clave que podrían definir el rumbo del mercado en las próximas semanas: un posible aumento de la producción por parte de la OPEP+ y las consecuencias de un cierre del gobierno en Estados Unidos que amenaza con frenar la actividad económica y la demanda de combustible.
El contrato de futuros del crudo Brent para entrega en diciembre subió ligeramente 25 centavos, ubicándose en $66.28 por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) de Estados Unidos registró un alza de 22 centavos, llegando a $62.59 por barril. Estas leves recuperaciones llegan después de que ambos marcadores sufrieran sus caídas diarias más pronunciadas desde el 1 de agosto.
La OPEP+ Considera Abrir más el Grifo
La principal causa de la reciente debilidad en los precios proviene del lado de la oferta. Según Sugandha Sachdeva, fundadora de la firma de investigación SS WealthStreet, “la debilidad se debe en gran medida a los acontecimientos del lado de la oferta, con la OPEP reactivando gradualmente la producción, lo que se suma a la preocupación del mercado por un posible exceso de oferta”.
Fuentes cercanas a las conversaciones indican que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) podrían acordar un aumento en la producción de hasta 500,000 barriles por día (bpd) para noviembre. Este incremento sería el triple del realizado en octubre y estaría impulsado por el interés de Arabia Saudita en recuperar su cuota de mercado. Otras fuentes mencionan que el aumento podría oscilar entre 274,000 y 411,000 bpd. Sin embargo, en una publicación en la red social X, la OPEP calificó de “engañosos” los informes de prensa sobre un posible aumento de 500,000 bpd, añadiendo más incertidumbre al panorama.
Paralización del Gobierno y Datos de Inventarios Presionan el Mercado
La presión sobre los precios también se intensificó tras conocerse el informe semanal del Instituto Americano del Petróleo (API). Aunque los inventarios de crudo en Estados Unidos disminuyeron en 3.67 millones de barriles la semana pasada, los inventarios de gasolina y destilados aumentaron en 1.3 millones y 3 millones de barriles respectivamente. “Aunque los inventarios de crudo en EE. UU. han mostrado una tendencia a la baja, el ritmo de esa disminución se ha ralentizado, lo que modera el optimismo”, añadió Sachdeva.
A esto se suma la paralización de gran parte del gobierno estadounidense, que comenzó este miércoles debido a la falta de un acuerdo de financiamiento en el Congreso. Este es el decimoquinto cierre de gobierno desde 1981 y se espera que detenga la publicación de datos económicos clave, como el informe de empleo, además de suspender investigaciones científicas y dejar sin pago a miles de trabajadores federales, con un costo diario estimado de $400 millones de dólares para la economía.
Dato Sorpresa: Producción y Demanda en EE. UU. Rompen Récords
Justo en medio de esta incertidumbre, la Administración de Información de Energía de EE. UU. (EIA) reveló un dato que ha sorprendido al mercado. Las cifras mensuales de julio muestran que la producción total de líquidos en el país alcanzó un récord de 21.218 millones de barriles por día, casi 500,000 bpd más de lo que las estimaciones semanales habían sugerido. La producción de crudo se situó en 13.642 millones de bpd, también una cifra más robusta de la que manejaban los analistas.
La revisión al alza no fue solo del lado de la oferta. La EIA también ajustó su indicador de demanda, mostrando un consumo total de 20.984 millones de bpd, unos 344,000 bpd por encima de lo que los datos semanales indicaban. El consumo de gasolina, diésel y combustible para aviones fue mayor, lo que demuestra que la demanda en Estados Unidos no se ha debilitado tanto como algunos pronósticos pesimistas asumían.
Un Mercado Más Ajustado de lo que se Pensaba
Estas correcciones son fundamentales, ya que los operadores del mercado dependen en gran medida de las cifras semanales para tomar decisiones a corto plazo. Cuando los datos mensuales, más precisos, muestran una realidad diferente, se obliga a reevaluar el equilibrio entre la oferta y la demanda. Las nuevas cifras indican que la capacidad de producción de petróleo de esquisto (shale) en Estados Unidos podría ser mucho más resiliente de lo esperado. Al mismo tiempo, los datos de un consumo más fuerte ayudan a explicar por qué los inventarios no han crecido tan rápido como se preveía.
Con la EIA revisando al alza tanto la producción como la demanda, el mercado petrolero de EE. UU. parece estar más ajustado de lo que se creía. Para la OPEP, el mensaje es claro: Estados Unidos aún no ha terminado de sorprender al mercado.