El adiós de una estrella y la guerra por un puesto en el LIV Golf

El mundo del golf recibió un impacto inesperado este lunes con la noticia de que el chileno Mito Pereira, una de las figuras más visibles del Torque GC, decidió ponerle punto final a su carrera como profesional. Con apenas 30 años, una edad en la que muchos deportistas apenas están alcanzando su madurez competitiva, el oriundo de Santiago ha preferido dar un paso al costado para priorizar su vida personal y regresar a sus raíces en Chile. Esta decisión deja un vacío importante en el equipo que compartía con su compatriota Joaquín Niemann desde que se unió a la liga saudí en 2023.

Un retiro meditado lejos de los reflectores

A través de un comunicado que compartió en sus redes sociales, Pereira confesó que esta no fue una ocurrencia de último momento, sino el resultado de un largo periodo de reflexión. El golfista explicó que, tras años de vivir entre aeropuertos y hoteles, sus prioridades dieron un giro total. Su deseo ahora es sencillo pero contundente: quiere estar en su casa, con su familia y lejos del ajetreo constante que exige el circuito profesional. Según sus propias palabras, se siente en paz y orgulloso de lo que logró, sin sentir ninguna urgencia por lo que el futuro le pueda deparar en esta nueva etapa que comienza.

Mito no se va con las manos vacías. En su maleta se lleva recuerdos de una carrera brillante que incluyó tres victorias en el Korn Ferry Tour, lo que le valió su ascenso al PGA Tour, además de ocho títulos en el circuito chileno. Los aficionados recordarán especialmente su participación en el PGA Championship de 2022, donde estuvo a nada de la gloria terminando empatados en el tercer lugar, así como su valiente actuación en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde rozó la medalla de bronce. En su despedida, no olvidó agradecer a su esposa Anto, a su equipo de trabajo y a esos fanáticos que lo acuerparon en cada torneo.

La lucha por la supervivencia en Florida

Mientras unos se van, otros están dispuestos a darlo todo por una oportunidad de entrar a la fiesta grande del golf. La organización de LIV Golf confirmó la lista de los 87 jugadores que se verán las caras en el torneo de promoción que se llevará a cabo del 8 al 11 de enero en el Black Diamond Ranch, en Florida. En este grupo destaca una fuerte presencia australiana con 13 competidores, entre ellos el experimentado Matt Jones. A sus 45 años, Jones se encuentra en una situación complicada tras terminar en el puesto 40 de la clasificación individual de 2025, lo que lo dejó sin un contrato fijo y en la zona de peligro del “Open Zone”.

El torneo en Florida no será un paseo por el campo. Se trata de una competencia de 72 hoyos bajo un formato de eliminación directa que no perdona errores. Solo hay dos boletos disponibles para asegurar un lugar en la temporada 2026 de la LIV Golf League, además de diez cupos para la International Series del Asian Tour. El field es una mezcla interesante de veteranía y juventud, con jugadores provenientes de 24 países diferentes, incluyendo ganadores de torneos recientes y antiguos participantes de la Ryder Cup y la Presidents Cup.

Un formato implacable para los aspirantes

La estructura del evento está diseñada para mantener la presión al máximo desde el primer día. El jueves arrancará la primera ronda y solo los mejores 20, junto con los que empaten esa posición, lograrán avanzar al viernes. En ese punto, las puntuaciones se borran y se empieza de cero, uniéndose al grupo los jugadores que ya tenían exención directa para la segunda fase por sus méritos previos. Christopher Wood, actual número uno del PGA Tour de Australasia, y Wade Ormsby son algunos de los nombres que estarán bajo la lupa en estas instancias.

El filtro final llegará después de la segunda jornada, cuando el tablero se vuelva a limpiar para dejar solo a los 20 mejores de cara al fin de semana. El sábado y el domingo se jugará una maratón de 36 hoyos que definirá quiénes son los afortunados que regresan a casa con un contrato bajo el brazo. Es una oportunidad de oro para aquellos que, como Jones, quedaron relegados o sin equipo al cierre de la temporada pasada, demostrando que en este deporte, la redención está a solo unos buenos golpes de distancia.