Las horas finales del Cyber Monday se están agotando y queda poco tiempo para aprovechar los descuentos en el hardware de la compañía de la manzana. Hemos estado monitoreando de cerca las rebajas y, con la reciente llegada de los iPads y MacBooks impulsados por el chip M5, han aparecido reducciones de precio significativas en modelos anteriores, así como en los nuevos iPhone, AirPods y accesorios diversos. Esta fecha representa una excelente oportunidad para ahorrar, especialmente si se dejaron pasar las promociones del Viernes Negro, ya que históricamente las ventas de dispositivos Apple no suelen tener descuentos masivos a lo largo del año. Aunque no siempre se encuentran gangas extremas, considerando lo costosos que pueden llegar a ser estos equipos, una rebaja de entre el 5% y el 20% vale la pena.
Oportunidades actuales en la gama alta y accesorios
Durante este evento comercial, hemos detectado ofertas interesantes para el nuevo iPhone 17. Sin embargo, la propuesta más destacada proviene de Verizon, que está ofreciendo el modelo iPhone 17 Pro Max, un iPad y un Apple Watch Series 11 con la contratación de una línea nueva, mientras que otras compañías como AT&T y T-Mobile presentan créditos por intercambio. Por otro lado, el chip M5 ha renovado el interés en las tabletas; es posible ahorrar dinero en el iPad Pro de 11 pulgadas equipado con pantalla Ultra Retina XDR. En el apartado de audio, los AirPods 4 presentan un descuento sustancial en tiendas como Best Buy, ofreciendo sonido de calidad y audio espacial personalizado, y si se está dispuesto a gastar un poco más, la versión con cancelación activa de ruido también tiene rebaja. Asimismo, el Apple Watch SE 3 se encuentra disponible por debajo de su precio habitual, manteniendo sus funciones de monitoreo de actividad y conectividad GPS.
El estándar de las pantallas grandes: recordando al iPhone XS Max
Para entender la evolución que nos ha llevado hasta el actual iPhone 17 Pro Max, es necesario analizar el dispositivo que consolidó la tendencia de las pantallas inmensas: el iPhone XS Max. En su momento, este terminal representó una vuelta al pasado para Apple en cuanto a dimensiones, pero con la actualidad de un diseño sin marcos y panel OLED. Aunque el iPhone X original parecía tener la proporción definitiva, el modelo XS Max colocó nuevamente a la marca en la senda de los celulares con pantallas que parecen inabarcables. Este modelo llegó pilotando plenamente en una diagonal de 6,5 pulgadas, envuelto en la polémica de su alto precio, una discusión que sigue vigente hoy en día con los nuevos lanzamientos.
Especificaciones técnicas y la experiencia visual
La elección de un modelo “Max”, tanto entonces como ahora, supone disponer fundamentalmente de una pantalla de más pulgadas, ya que el resto de las características suelen permanecer idénticas a su hermano menor. El regreso del modelo de gran pantalla con el XS Max trajo consigo una excelente noticia: mayor tamaño no implicaba sacrificar prestaciones. Con dimensiones físicas de 157,5 x 77,4 milímetros y un peso de 208 gramos, este dispositivo montaba un panel Super Retina HD con una resolución de 2.688 x 1.242 píxeles. En su interior, el procesador A12 Bionic y 4 GB de RAM garantizaban la fluidez, acompañados de opciones de almacenamiento que llegaban hasta los 512 GB. Además, la resistencia al agua IP68 y la tecnología 3D Touch completaban un paquete que exigía lo mejor en todo.
Innovación en conectividad y diseño premium
Aquel año, el iPhone de mayor tamaño regresó a lo grande en todos los sentidos: más potente y con mejor cámara, integrando un sistema de doble lente de 12 megapíxeles que permitía grabación en 4K. Una de las novedades más relevantes fue la introducción del sistema Dual SIM de manera híbrida, estrenando la eSIM o SIM virtual para complementar a la nanoSIM física. Apple modificó el sistema operativo para que el usuario pudiera gestionar esa doble línea, eligiendo con qué número realizar llamadas o identificando la línea entrante, algo que hoy es un estándar en la industria. En cuanto al diseño, si no fuera por sus dimensiones, sería difícil distinguirlo del iPhone X original, salvo por la introducción del color oro. Este tono, lejos de ser estrambótico, resultó ser un acabado muy agradable a la vista, discreto y diferente, reforzando la sensación de que tener el iPhone más caro del mercado exige excelencia en cada detalle, una filosofía que se mantiene hasta las ofertas que vemos hoy en día.